viernes, 28 de enero de 2011

EL ÁNGEL URIEL

...Y dijo el Ángel, no habrá más tiempo...
Ésta frase recordada una y otra vez en la literatura universal le debió de dar un poco de canguis a algún jerifante de la época y con mando en plaza, consiguiendo que los curritos del Cementero de Nuestra Señora de La Almudena descolgasen el Ángel originario de ésta cúpula poniendo éste otro más sedentario.
Se trata del Ángel Uriel, y es el destinado a tañir la corneta el día del Juicio Final para que se incorporen todos, los vivos y los no vivos para cubrir éste bíblico trámite...
En un principio era otra escultura la que dominaba las vistas del cementerio del Este, un Ángel apoyado sobre un solo pie y con la trompetilla en los labios, como preparado para hacerla sonar de un momento a otro, pues bien, el jerifante que hizo cambiar la figura pensaría que así vería a Uriel acercarse la corneta hasta la boca y le daría tiempo a hacer rápidamente su último deseo en éste mundo.
El que se lo quiera creer que lo crea, pero a mí me lo contaron así...

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